REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES


Jesús al resucitar fue alzado en esa misma madrugada “¡No me toques! Le advirtió Jesús a María Magdalena. Todavía no he ascendido al Padre. Pero ve, busca a mis hermanos y diles que subo a mi Padre al Padre de ustedes, a mi Dios y al Dios de ustedes”(Juan 20:17), y llevado a la presencia de esos tronos que revela Juan en su libro de las Revelaciones (Apocalipsis 4 y 5). Uno de los 24 reyes le dijo al apóstol Juan en medio de su experiencia con el Altísimo y toda su organización “Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la Tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos” (Apocalipsis 5:5)


Allí Jesús  recibió el reconocimiento de todos los millones de millones presentes, incluyendo a los 24 ancianos (monarcas), conocidos en el organigrama celestial como Elohim (dioses) y a los cuatro seres vivientes conocidos en el organigrama celestial como Yehovah (Varón de guerra) que rodean el trono del Padre, y entonces recibió de ellos el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza, “Y miré, y oí la voz de muchos mensajeros (ángeles) alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alánzala honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. Los cuatro seres vivientes decían: Amén, y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.”(Apocalipsis 5:11-14).

Toda autoridad le fue dada a Jesús cuando la creación en pleno resaltó lo mismo que clamará la congregación de Jesús ese día cuando haya sido arrebatada “después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono (Padre) y en la presencia del Cordero (Jesús),vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono(Padre),y al Cordero”  (Apocalipsis 7:9-10), que solamente a dos personas  al  Padre y al Hijo, se le reconocerá la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. El Padre entonces le declaró heredero de todo lo que creó, de toda su inconmensurable creación, le resaltó sobre todo nombre. “Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: Rey de reyes y Señor de señores” (Apocalipsis 19:16).Por ello los 24 ancianos (reyes)  también  se sujetaron a su señorío.

EL DÍA QUE YO VENGA...


“Así mismo será el día en que yo venga. El que en aquel día esté en la azotea, no descienda a recoger sus pertenencias; y los que estén en el campo, no regresen al pueblo. ¡Recuerden lo que le sucedió a la esposa de Lot! El que procure salvar su vida la perderá, y el que la pierda la salvará. Aquella noche habrá dos personas en una misma cama, y una será tomada y la otra no. Dos mujeres estarán realizando los quehaceres de la casa, y una será tomada y la otra no. Y habrá dos hombres trabajando en el campo, y uno será tomado y el otro no” (Lucas 17:30-36)
Los muertos por la causa de Cristo serán resucitados juntamente con los sensatos y serán alzados de la tierra “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo (por la causa de Jesús) resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentados los unos a los otros con estas palabras”. (1° de Tesalonicenses 4:16-18). Se nos está advirtiendo que solamente los cristianos sensatos (Vírgenes sensatas), prudentes y sabios a juicio del novio (Jesús), serán arrebatados para participar en sus bodas.

“Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo: Esforzados a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán. Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois. Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste. Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartados de mí todos vosotros, hacedores de maldad. Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos. Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Y he aquí, hay postreros que serán primeros, y primeros que serán postreros”. (Lucas 13:23-30).

Nos previene Jesús que después de haberse llevado a cabo el arrebatamiento llegarán también las otras vírgenes, diciendo: “¡Señor, Señor, ábrenos!”. Por favor, ¡que los vendedores de la salvación digan al respecto algo sensato; algo valedero delante de ese hecho que acontecerá, que muchos no serán arrebatados, que miles de cristianos no participarán de las bodas del Cordero, que no se salvarán de la gran tribulación! ¿O acaso clamarán de esa manera quienes no fueron seguidores de Jesús? Su clamor, ¿es evidencia de que son salvos? (Mateo 25:11) ¿Dónde quedará esa doctrina que da por hecho la salvación frente a la respuesta de Jesús: “Pero él, respondiendo, dijo: De cierto os digo que no os conozco”? (Mateo 25:12). ¿Cómo así que no los conocerá? ¿Acaso no eran parte de las diez vírgenes? ¿Acaso no son cristianos? ¿Cómo es que siendo vírgenes es decir, cristianos, no se salvaran de la gran tribulación? ¿Cómo es que siendo parte de las diez vírgenes no participaran de las bodas? ¿Jesús no conocerá a quienes identificándose como “cristianos” le clamaran para que los incluya en es arrebatamiento?
Qué irán a decir los que venden la seguridad de la salvación y los salvos siempre salvos, porque muchos son los insensatos por su culpa. “Más ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando”. (Mateo 23:13). Ante estas evidencias previamente anunciadas, por el mismo Jesús, ¿Insistirán? Una vez sea cerrada la puerta, los que sean dejados fuera ¿de qué serán salvos? ¿De qué salvación se ufanarán, si el mismo Jesús declarará no conocerlos? Delante de esa parábola, ¿Quién se  cree juez para asegurarle a otro su salvación o la propia?

“No todo el que me dice: ¡Señor, Señor!, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21). Los insensatos, ¿acaso hicieron la voluntad del Padre? “Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?”(Mateo 7:22). ¿Quiénes le resaltaran a Jesús esas cosas? Los “cristianos”, sobre todo los líderes, por cuanto ellos son los que profetizan en el nombre de Jesús, y en su nombre echan fuera demonios, y en su nombre hacen muchos milagros. ¿Qué les declarara el Señor? “Nunca os conocí. ¡Apartados de mí, hacedores de maldad!”(Mateo 7:23). Dos terribles respuestas y una estremecedora explicación que deja sin fundamento la doctrina de la seguridad de la salvación. La razón es: por ser semejantes a Satanás, “hacedores de maldad”.

Por otra parte, ¿Serán resucitados para participar en las bodas del Cordero aquellos cristianos que en vida tomaron ventaja de sus ministerios? ¿Serán arrebatados para entrar en las bodas del Cordero aquellos cristianos que se aprovecharon de sus ministerios para gozar egoístamente de la prosperidad financiera que lograron vendiendo doctrinas ajenas a la verdad, y se ufanaron de ser muy bendecidos? “Hacedores de maldad” son aquellos cristianos que en vez de atender a los necesitados del mundo se lucieron, se ufanaron, se afamaron, se acreditaron y se enaltecieron, argumentando ser enviados por Jesús. Asimismo fueron injustos haciéndose a costosísimas adquisiciones, y con una falsa modestia se dieron la vida del rico insensato. Ellos mismos se creen salvos cuando aún no ha acontecido el arrebatamiento. 

“El que presta atención a mis enseñanzas  y las pone en práctica es tan sabio como el hombre que edificó su casa sobre una roca bien sólida, y cuando llegaron las lluvias torrenciales, las inundaciones y los huracanes, la casa no se derrumbó porque estaba edificada sobre roca. Pero los que oyen mis enseñanzas y no les prestan atención son como el que edificó su casa sobre la arena, y cuando llegaron las lluvias, las inundaciones, y los huracanes, la casa se derrumbó y fue grande su ruina”. (Mateo 7:24-27).

Oír no es suficiente, es necesario poner en práctica lo escuchado. 

“Permítanme recomendarles, hermanos, lo que en realidad es el evangelio. Por cierto, no ha cambiado; es el mismo evangelio que les prediqué antes. Ustedes lo aceptaron entonces, y perseveran en él, porque cimentaron su fe en este glorioso mensaje. Es por medio de este mensaje que ustedes alcanzan la salvación; es decir, si todavía lo creen firmemente y si la fe que mostraron al principio era sincera”. (1 Corintios 15:1-2).

Las condiciones están a la vista: “perseverar” y “si retenemos la palabra que se nos ha predicado”, entonces seremos salvos. Que conste, eso lo advirtió el apóstol Pablo.

“Porque si la palabra de los mensajeros fue tan firme que cualquier desobediencia fue castigada, ¿Cómo se nos ocurre que podremos escapar si somos indiferentes a la gran salivación que el Señor Jesucristo mismo anuncio y que llegó a nosotros a través de los que en persona lo oyeron? Además, Dios ha confirmado la veracidad de dicho mensaje por medio de señales, prodigios y diversos milagros, y por medio de los dones extraordinarios del Espíritu Santo concedidos, según su voluntad    (por el Padre a petición de Jesús), a los que creen”.(Hebreos 2:2-4)

De no existir la posibilidad de descuidar una salvación tan importante, el Señor Jesús no nos lo hubiera advertido.

ACERCA DEL GENOMA HUMANO


Esa creencia, que el hombre procede del polvo, o del barro, era válida en aquellos tiempos donde se desconocía el genoma humano y la ignorancia reinaba. Pero teniendo en cuenta la ciencia actual, es inaceptable que la generación de este siglo, la que se puede enterar de los avances de la ciencia y del desarrollo de la tecnología integral, siga creyendo que un código genético pueda proceder del polvo, del latín pulvus, de esa parte más menuda y deshecha de la tierra muy seca, que con cualquier movimiento se levanta en el aire. Hoy se tiene conocimiento que el genoma humano contiene la totalidad de la información genética almacenada en el ADN de las células. Con base en esa información la generación del siglo XXI está en condiciones de saber que cada persona tiene su propio genoma, el cual guarda una gran similitud con todos los de su propia especie, y que esa información se encuentra almacenada en todas y cada una de las células que le define y le identifica como ser único e independiente. Se le conoce como su patrimonio genético o genoma.

El genoma humano es, pues, el gran libro de la vida que contiene las instrucciones que determinan las características físicas y en parte psicológicas e intelectuales del individuo. Creer que el hombre procede del polvo o el barro o aun del simio como lo afirma Darwin es insultar la inteligencia y sabiduría de Dios. No es justo que la generación de este siglo XXI sigan “patinando en la mayonesa” con respecto a creencias originadas en gentes que en años y épocas anteriores lo pensaron así, guiados más bien por sus mentes religiosas o místicas, agravado por el hecho de que no tenían las herramientas tecnológicas  que están al alcance del hombre en los tiempos presentes, complementado por los avances de la ciencia, la arqueología y la genética. El genoma humano, más bien, sepulto en el barro, en el polvo, la teoría de Darwin, como también la que estuvo vigente por tanto tiempo como fue la de que el hombre había sido creado del polvo de la tierra, es triste que aún para muchas personas sigan vigentes esas teorías erróneas, ya suficientemente sopesadas y dejadas sin fundamento alguno  por la ciencia.

Ese código genético HOMBRE (Adam), el Hijo (fruto, resultado) del Hombre (código genético Adam), el cual está representado por Jesús, el prototipo (primogénito) de ese código, testifica,  que el Adam no procede sino del Creador. 

Jesús el  unigénito procedió de la información genética del Padre, pero en su calidad y condición de primogénito de ese código genético fue introducido a este mundo mediante la mujer para que naciera bajo la ley, por causa de la rebelión satánica, aunque “fue destinado para ser manifestado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros”.  (1 Pedro 1:20)

“Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los mensajeros de Dios” (Hebreos 1:6)

“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos”. (Gálatas 4:4-5)



Esto es lo que esta  revelado por las  Sagradas Escrituras  y sustentado por la ciencia. El ser humano, por ignorar el problema al que está abocado su entorno y su propia existencia en términos de eternidad, carece del conocimiento debidamente focalizado acerca de la rebelión del Querub, llamado Satán. Ese evento, el de la transgresión, llámese en griego pecado, por desconocimiento del hombre queda relegado a un plano que favorece los intereses de Satanás.

Nosotros como coherederos con Cristo no debemos desconocer lo que Dios precisamente quiere que sepamos, sobre todo respecto de las cosas de arriba; y estando ya  advertidos de buscar primeramente el reino de los cielos y su justicia, ¿Por qué aferrarnos a los postulados errados en muchas facetas de  las denominaciones de cualquiera de las religiones existentes? (Incluyendo el “Cristianismo” en formato de religión). Si estos no acatan lo que el misionero Pablo nos exhorta: “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde esta Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria”. (Colosenses 3: 1-4)


¿TODAVIA QUIERES LECHITA? BABY

“Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. 2  Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. 3  Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; 4  más las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.  5  Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron”.  (Mateo 25:1-5).

En este aparte Jesús nos expone el comportamiento de muchos de sus creyentes en el tiempo. Es un hecho que el cristianismo no solo está “cabeceando”, sino que está dormido. La leche produce sueño. El cristiano, por estar nutriéndose año tras año con “alimento de leche” permanece dormido en los postulados emanados de interpretaciones que no siempre coinciden con la Palabra de Dios.

El creyente le tiene recelo al “alimento sólido”, es por tanto reticente a la necesidad de avanzar hacia esa madurez de la cual hace referencia la carta escrita a los hebreos “Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno. Y esto haremos, si Dios en verdad lo permite”. (Hebreos 6:1-3)

El cristiano promedio teme mirar hacia arriba y por consiguiente teme buscar las cosas de arriba. “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde esta Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria”. (Col. 3:1-4).


El escritor de la carta a los hebreos expuso “Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento solido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal”. (Hebreos 5: 13-14)

Esta es una  encomienda a quienes son neófitos o niños que deben dejar “ya los rudimentos de la doctrina de Cristo”, para que avancen hacia “la perfección” (lo  completo).

Ahora bien es cierto, que Jesús aclaro que el día y la hora del advenimiento de su segunda vigilia, nadie lo sabía, ni él mismo “Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles. Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los hallare así, bienaventurados son aquellos siervos”. (Lucas 12:37-38) “Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los mensajeros que están en el cielo, ni el Hijo, solo el Padre”. (Marcos 13:32)

El periodo que atraviesa la humanidad contaminada por las consecuencias de la rebelión de Satán es llamado la “noche”. “Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! (Mateo 25:6)  El arrebatamiento acontecerá a la “media noche” de ese lapso; quedando enmarcada la otra mitad en los tres años y medio en los cuales se manifestará el hijo de perdición, igualmente la parte de la anunciada guerra de “Har meguido” (Armagedón) que le corresponde a la Tierra experimentar, que incluye la “Ira de Dios”. Al llegar esa “medianoche” ciertos hechos acontecerán que encenderán las alarmas (un clamor) en el ambiente cristiano a nivel mundial por causa de las manifestaciones angustiosas de muchas personas que en Israel clamaran públicamente denunciando a gritos, lamentaciones y con impotencia acerca de la desaparición de sus seres queridos.

Ese acontecer iniciará a partir de las primeras horas de la tarde, después de la salida de la primera estrella, al comenzar el día israelita según el horario y calendario que los rige “Y fue la tarde y la mañana, un día”, y las agencias noticiosas nacionales israelitas y las internacionales informarán de ese trascendental evento al mundo. Ese clamor alertará a la comunidad cristiana mundial quien despertará de su letargo y de sus entrañas exclamará: ¡Será el arrebatamiento! Su gemido indicara que éste se ha hecho sentir en el mundo, de oriente a occidente, como una imparable avalancha. Proceso que apenas si durara una hora entre meridianos e iniciará en el oriente, en Israel “Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá hare todo lo que quiero; que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo hare. Oídme, duros de corazón, que estáis lejos de la justicia: Haré que se acerque mi justicia; no se alejará, y mi salvación no se detendrá. Y pondré salvación en Sion, y mi gloria en Israel”. (Isaías 46:9-13) 

“y he aquí la gloria del Dios de Israel, que venía del oriente; y su sonido era como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía a causa de su gloria”. (Ezequiel 43:2)

“Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo de Hombre”. (Mateo 24:27)


La reacción de los israelitas, radicados en ese “oriente”, en Israel, afectados por esas desapariciones dará testimonio a los suyos y al mundo. Muchos informaran que se trató de un alzamiento inexplicable a los cielos de muchos de sus congéneres. La manera como muchos “desaparecerán” en un abrir y cerrar de ojos asombrará rápidamente al país. El hecho sin precedentes y de esa envergadura llamara la atención de los medios de comunicación y de las autoridades; ello alarmará a los cristianos en el resto del mundo quienes clamaran unos a otros: “Aquí viene el novio salid a recibirlo”

RELIGIONES, RELIGIONES Y RELIGIONES

La religión es un sistema de la actividad humana compuesto por creencias y prácticas acerca de lo considerado como divino o sagrado, tanto personales como colectivas, de tipo existencial, moral y espiritual. Se habla de «religiones» para hacer referencia a formas específicas de manifestación del fenómeno religioso, compartidas por los diferentes grupos humanos. Hay religiones que están organizadas de formas más o menos rígidas, mientras que otras carecen de estructura formal y están integradas en las tradiciones culturales de la sociedad o etnia en la que se practican. El término hace referencia tanto a las creencias y prácticas personales como a ritos y enseñanzas colectivas.

El número de miembros que conforman las organizaciones religiosas más conocidas del mundo es de tener en cuenta, toda vez que la población aproximada actual del planeta es de 7.000’000.000 de habitantes. A nivel mundial tenemos al Budismo con más de 400 millones de seguidores; el Cristianismo con 1.973 millones (incluye Catolicismo y Protestantismo), el Hinduismo, con 820 millones, al Islam con 1.280 millones y el Judaísmo con 14,2 millones.

Los cálculos aproximados sugieren que hay más de 1.500 organizaciones religiosas solo en  Norteamérica. El humanismo y el supuesto ateísmo forman parte de las convicciones de la humanidad.


Todos, sin excepción, creen de buena fe estar en la verdad. Todos creen en las enseñanzas que reciben. En términos generales, todos se sujetan a ellas y a sus líderes sin contradecir. Las convicciones varían entre lo permisivo, el reformismo y el extremismo. Los hay que practican sus convicciones religiosas de manera exagerada, son los legalistas y los hay “espirituales”. Definitivamente, hay de todo y para todos los gustos.  


Hablemos un poco del “Cristianismo” y analicemos  su situación:
Los católicos  se precian de ser cristianos, y en su amor fraternal, acorde al mandato de Jesucristo, de amarnos los unos a los otros, miran con desdén a los llamados “Protestantes”. Estos últimos convencidos que están practicando la misericordia que ordena Jesús, censuran a los católicos por sus prácticas no bíblicas y sus dogmas de fe, aun cuando sus doctrinas puntales son heredadas del catolicismo. Adentrándonos un poco en el Protestantismo encontramos los llamados “evangélicos”  los cuales critican a los otros “evangélicos”. En pocas palabras, muchos seguidores de Cristo no refrenan sus lenguas y juzgan incluso sin tener claro, sin conocer, sin saber si es verdad o mentira lo que sus hermanos en la fe están recibiendo o viviendo y se creen con derecho a condenarlos y lo que es más grave es que no caen en cuenta del error que están cometiendo y aun peor no tienen conciencia de que están pecando. “Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.”  (Santiago 3: 6-8)

Trinidad Cristiana
Ahora bien, los católicos, los protestantes y los evangélicos señalan como sectas a los demás colectivos que no se identifican como católicos o protestantes o evangélicos. Para ellos también son sectas aquellos grupos de corte religioso que no encajan en sus aceptaciones o creencias, sin entender que en sí mismas todas las organizaciones religiosas son sectas, por el hecho de que todas se sectorizan entre sus dogmas y doctrinas.



Trinidad Babilónica.
Existen religiones que se toleran según el hemisferio donde se encuentren. Otras se sobrellevan porque no encuentran el escenario apropiado ni las condiciones para emprender cruzadas de persecución o de exterminio por cuestiones de creencias religiosas. En ciertos países los ortodoxos, los fanáticos y los extremistas la emprenden contra corrientes religiosas que no son de su afinidad. Por ejemplo, actualmente el Islam avanza, sobre todo en Europa, de manera alarmante, ¡más que el Cristianismo!, mientras los extremistas del Islam están arrodillando al mundo, amenazándolo con su nueva arma religiosa: El terrorismo. Todo aquel que censure al profeta Mahoma queda a merced de las reacciones de los fanáticos musulmanes. En Israel, la ortodoxia judía no ha cambiado, aun rechazan a los judíos mesiánicos. Sus extremistas frenan su afán de perjudicarlos por temor a las normas jurídicas de una nación a la cual desearían reprimir y sujetar al estilo fundamentalista.

Trinidad Sumeria.
Mientras tanto en  este amplio círculo viciado de maldad le hace ojitos al Diablo, ganador indiscutible de esa  contienda que a muchos arrastra. Al fin y al cabo, Satán fue el propiciador de las religiones. Este personaje, aceptado por algunas religiones y negado por otras, con esa estrategia audaz e inteligente dividió, fragmentó y  enfrento a la humanidad para distraerla de la verdad.
Trinidad Hindú. Brahma, Siva, Visnú   

En medio de los seguidores de Jesús la contienda se caracteriza por la ausencia entre hermanos del auténtico amor del Altísimo y de su Hijo, a extremos de faltarse el respeto, estando tan ciegos, que creen que supuestamente lo están haciendo en el nombre de Dios. Increíble que esa realidad se ventile en medio de quienes dicen ser seguidores del mismo Dios, del mismo Hijo de Dios y del mismo Espíritu Santo. Cada cristiano cree estar en la “Iglesia” o congregación ungida, única, verdadera y amén. De esta forma se diferencian y se distancian entre si las “Iglesias” y como consecuencia, los creyentes, supuestamente todos afines en lo espiritual, y además hermanos. Con una familia así, ¿para que se esfuerza Satán en dividir?

Trinidad Budista. Buda, Dharma, Sangha.
Esas posiciones contradicen el mensaje del Apóstol Pablo (ex recalcitrante fariseo). “Yo, pues preso en el Señor, os  ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados: con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, procurando mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un solo cuerpo y un solo Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación, un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos y por todos y en todos.” (Efesios 4:1-6). Esto nos lleva a entender que también hay una sola verdad, es decir la verdad es absoluta, sino deja de ser verdad.

La verdad es la luz que desvanece a la tiniebla (ignorancia, desinformación, tergiversación, distracción, religiosidad)

“Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en  tinieblas.” (Juan 12:46)

“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:14-16).

 Por lo tanto un auténtico seguidor de Jesús debe ser un “iluminado” e incluso ser “sal”, por lo menos eso aclaró el mismo Jesús: “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere (pierde el ímpetu, el empuje, el valor, el deseo), ¿con que será salada? No sirve para nada, sino para ser echada fuera y hollada (pisoteada, escarnecida, atropellada, abusada) por los hombres.

CUIDALA Y PERSEVERA HASTA EL FINAL

“Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no solamente cuando estoy presente , sino mucho más ahora que estoy ausente, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor” en otra versión “Amados míos, así como mientras estuve con ustedes, solían obedecer fielmente mis instrucciones, ahora que estoy lejos deben procurar mucho más hacer las cosas como corresponde a los que anhelan la salvación, obedeciendo a Dios con gran reverencia, apartándose de cuanto pueda desagradarle” ( Filipenses 2:12 ).

El Misionero Pablo al igual que a los discípulos  en Filipo, nos advierte también a nosotros que no hay seguridad de salvación sino hacemos la voluntad de Dios; que no podremos gustar de esa salvación, la cual será experimentada (vivida) primero por los muertos en Cristo que resuciten y por los que estén vivos que se hallen dignos, en el evento del arrebatamiento.

El autor de la carta a los hebreos nos dice ¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primero por el Señor Jesucristo, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad (del Padre) (Hebreos 2:3-4) Jesús nos aclaró e invito a perseverar hasta el fin “Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; más el que persevere hasta el fin, este será salvo” (Marcos 13:13). Todo lo anterior nos lleva a pensar que, la salvación, depende de nosotros. Por eso Jesús nos advirtió: “Y muchos falsos profetas se levantaran, y engañaran a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere  hasta el fin, este será salvo” (Mateo 24:11-13)

¿Qué significa la palabra perseverar? 
Según el diccionario: Mantenerse firme y constante en una manera de ser o de obrar.  Más allá de su significado, lo que se quiere recalcar es el hecho de que, quien no lo haga hasta el fin no se salvará.

¿Porque Jesús habrá resaltado la necesidad de perseverar, si la salvación para muchos es un hecho consumado?

¿Qué pasará con quien no persevere hasta ese fin al cual el Maestro hace referencia?

¿Qué sentido tiene, para los vendedores de la fe y la salvación, que Jesús nos advierta acerca de la necesidad de perseverar hasta el fin?

¿Qué les significará a esos mercaderes la palabra perseverar, sobre todo a quienes defienden la doctrina de “salvos siempre salvos” o de manera más presentable, la “seguridad de la salvación” y otros “el mal enfocado evangelio de la prosperidad? Para los negociantes del tema de la fe y la salvación, ¿se debe o no perseverar hasta el fin? Ellos mismos ¿deben o no perseverar hasta el fin?

¿Perseveró hasta el fin, por ejemplo, el misionero (en griego apóstol) Judas Iscariote, miembro de los 12 primeros discípulos de Jesús? Judas Iscariote, predicó, sanó enfermos y echo fuera espíritus inmundos, sin embargo, él solo decidió su destino. ¿Perdió o no su salvación? ¡Claro que sí! 

¿Perseveraron hasta el fin Ananías y su mujer? ¿Perdieron su salvación? ¡Claro que sí! 
Ellos también decidieron su destino eterno: fueron expulsados de ese colectivo y enviados a la muerte física por actuar de mala fe, por mentirle al Espíritu Santo. Eso dice la Palabra del Altísimo mediante la Biblia.

Por otra parte, si la salvación no se pierde ¿Qué sentido tiene velar? ¿Porque es censurable dormir en la vigilia en vez de velar? “Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir”. (Mateo 25:13) Un soldado recibe un castigo ejemplar si se duerme estando de guardia y peor si ello le sucede en un ambiente bélico. Ese hecho pone en peligro extremo su vida y la de quienes duermen confiados y también las instalaciones. Si la seguridad de la salvación es un hecho, sí somos salvos y siempre salvos ¿Por qué nuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”? (1 Pedro 5:8) ¿Acaso Satán es tan despistado que intentaría acabar con alguien que ya este indefectiblemente fuera de su alcance?

Los primeros doce discípulos de Jesús fueron elegidos por el Padre, aunque sabía que uno de ellos no perseveraría. Ese solo hecho seria prenda de garantía para que el resto de ellos estuvieran seguros de su salvación, no obstante Jesús les advirtió que si no perseveraban en aquello que debían llevar a cabo hasta el fin de sus vidas no se salvarían. “Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre, más el que persevere hasta el fin, este será salvo” (Mateo 10:22). Jesús sabía que sus enviados sufrirían lo indecible por causa de un mensaje que tenían que dar a conocer, aunque era muy beneficioso para las gentes.

Salvando las excepciones, la mayoría de los líderes cristianos no suelen padecer, mucho menos ser aborrecidos, tampoco entregados a tribulación, ni son asesinados por causa de Jesús “Entonces los torturaran, los mataran, los odiaran en todo el mundo por mi causa, y muchos de ustedes volverán a caer en pecado y traicionaran y aborrecerán a los demás. Muchos falsos profetas se levantaran, y engañaran a muchas personas. Habrá tanto pecado y maldad, que el amor de muchos se enfriará. Pero los que se mantengan firmes hasta el fin serán salvos”. (Mateo 24:9-13)

¿Se ha de perseverar?
SI, EN EL CAMINO A LA SALVACION  (JESUS)

¿Y en qué se ha de perseverar?
EN TODO LO QUE SEA NECESARIO HASTA  ALCANZARLA.





¿QUIERES SER PARTE DEL CUERPO DE CRISTO?

1.- No seas un “cristiano” de esos que abundan  por ahí.
Teniendo en cuenta que ser cristiano no es un título que automáticamente se recibe al aceptar a la persona de Jesús como el Señor y Salvador. Ser un verdadero seguidor de Cristo (Autentico cristiano)  es el resultado de un proceso. Ese proceso suele ser complejo y exigirá perseverar. Ser bautizado no garantiza que alguien sea  un seguidor de Jesús.Muchos han sido bautizados, en el nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo y tristemente hay que decirlo; sus vidas no dan testimonio de esa transformación que ha de acontecerle a todo verdadero cristiano, la cual empieza por cambios estructurales en el espíritu y en el alma del discípulo de Jesús, que demuestren que la persona evidentemente sigue a Jesús y es parte del Cuerpo de Cristo.

Ninguno de los discípulos de Jesús lo fue antes de seguir a Jesús. Después de tres años y medio once de ellos fueron ungidos para formar parte del Cuerpo de Cristo con destino definido: ser, junto con Matías (el que reemplazo a Judas Iscariote) (Hechos 1:21-26)los futuros monarcas de las doce tribus del venidero reino de Israel  “Y Jesús le respondió: Cuando yo, el Hijo del Hombre, me siente en mi trono de gloria, ustedes mis discípulos, se sentaran en doce tronos a reinar a las doce tribus de Israel.” (Mateo 19:28) Pablo tampoco fue cristiano, por el contrario fue un detractor de Cristo y sus seguidores, antes de experimentar ese especial llamado. En tres días fue capacitado en lo esencial y con el correr de sus días se le aumentó la información.

Muchos dicen ser “cristianos”, sin embargo por sus frutos demuestran no serlo. Los dones espirituales solo son dados a los miembros del Cuerpo de Cristo. Infortunadamente no todos los miembros del redil son miembros  del Cuerpo de Cristo, algunos rediles (Iglesias) tienen miembros que no están totalmente entregados a Cristo. El seguidor de Jesús debe saber que para entrar en el Cuerpo de Cristo es necesario recibir al menos uno de los dones que tienen que ver con las cosas del Altísimo, agradables a él, por medio de Jesucristo (Dones espirituales). Una vez experimente esos dones, entonces, no será necesario que crea, sino que actué.

2.- No busques los dones espirituales, anhélalos. 
En muchas religiones y creencias ajenas a lo que llamamos equivocadamente la “religión cristiana”, sus miembros también buscan tener “dones” que también llaman “espirituales”. Satanás también aporta “dones” a quienes le siguen. Si la Biblia no da pautas para encontrar nuestros “dones espirituales”, es porque no se trata de ello, de buscarlos, sino de anhelarlos. Luego es Jesús quien los aporta de parte del Padre. Es conveniente que el discípulo se familiarice con los diferentes dones que el Altísimo da al Cuerpo de Cristo de modo que cuando lo(s) experimente, lo(s) reconozca. La fuente básica de información acerca de los dones espirituales es la Biblia. Escudriñar al respecto es lo apropiado y evaluarlo desde diferentes versiones bíblicas, preferiblemente las que han sido traducidas correctamente de sus originales, es muy conveniente. Identificar la posición que maneja el Redil al  cual se ha vinculado el creyente, en cuanto a los dones espirituales, es uno de los puntos que se deben considerar.

Por diferentes circunstancias una persona voluntariamente se une a un redil (Iglesia), algunos sin haber conocido otra congregación, consideran que las demás están equivocadas. Otros por distintos motivos, buscan en diversos Rediles algo diferente. Lo justo es que al respecto el creyente lo escudriñe todo sin que los líderes se lo impongan o se lo limiten. Una congragación equilibrada es aquella que estimula a sus congregados a examinarlo todo para retener lo bueno (1 Tesalonicenses 5:21). Ello implica enterarse de la situación local y global, asimismo del desarrollo espiritual, moral, social y tecnológico de la humanidad. El discípulo de Jesús debe relacionarse con siervos del Señor y edificarse de sus experiencias. Las conversaciones y las expresiones relacionadas con los dones “espirituales” deben hacerse con base en la prudencia y no en la “humilde” petulancia inspirada en el protagonismo.



3.- Disponte a conocer plenamente la información que confiesas creer.
Ello incluye lo escrito por Pablo a los creyentes de Éfeso: “Que seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cual sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura (la cuatridimencionalidad de la sabiduría de Dios) y de conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios (Efesios 3:18-19).


Si conoce a plenitud lo que asume creer, entonces no temerá de otras influencias y su actuar le identificará. Un hijo de Dios, seguidor de Jesús, es entonces la persona que ha recibido alimento de leche y alimento sólido, nutrientes que le permitieron ingresar al Cuerpo de Cristo para allí recibir los dones  espirituales que son aportados por el Padre según Jesucristo lo estipule. Es, pues un requisito indispensable que el creyente este formado (hecho) tanto por el Espíritu Santo, como por el Cuerpo de Cristo. “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre (corrupta), ni de voluntad de carne (mortal), ni de voluntad de varón, (terrenal), sino de Dios.” (Juan 1: 12-14)

ATENTOS Y VIGILANTES

Todos los hijos de Dios, los que seguimos a Jesús debemos  estar atentos y vigilantes con respecto a que en el correr de los tiempos hasta su retorno, a su tierra Israel,  surgirían muchos falsos ungidos y profetas

Porque se levantarán falsos Ungidos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañaran, si fuere posible, aun a los escogidos” (Mateo 24:24).

Esa advertencia nos dice claramente que no debemos subestimar a Satán ni a sus seguidores, como tampoco los medios que usan para lograr que sus artimañas sean acometidas.  Satán y sus acólitos más cercanos conocen plenamente las leyes universales y las manipulan para hacer maldad. Desestimar esa realidad es desconocer la verdad. Es un hecho que Satán y sus lugartenientes no tiene límites en ese aspecto (manipular las leyes universales) ellos en lo que sí están limitados es en que no pueden salir del universo que contaminaron, en donde se encuentra la tierra (lo árido) y nos encontramos nosotros, los adámicos afectados por esa rebelión; pero en cuanto a acceder a la ciencia no tienen limitaciones. Si los científicos mortales día a día logran adentrarse en los secretos que guarda la ciencia, con más razón es de esperarse que Satán y los suyos conozcan plenamente las leyes universales.

Infortunadamente, son los cristianos los que desconocemos lo que debíamos conocer, y por ello no somos hábiles para enfrentarnos contra “los principados, contra las potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo y contra esas huestes espirituales de maldad ubicadas en las regiones celestes o del universo” (Efesios 6:12) Aun cuando está advertido que Dios no nos ha dado “espíritu de cobardía” sino de “poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7), Jesús advirtió, que  “los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz” (Lucas 16:8). Los seguidores de Jesús han de vivir con ese poder, ese amor y ese dominio propio, y actuar en conformidad con esos atributos, es decir, que con esos apoyos deben ser más perspicaces, lucidos, intuitivos, avispados, en el trato con su prójimo, desde luego afinando con la advertencia que Jesús hizo: “He aquí, yo os envió como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas” (Mateo 10:16). La sagacidad, la perspicacia y la lucidez no riñen con la prudencia.

Muchos líderes que se presentan en el ambiente “cristiano” no son realmente seguideros de Jesús, aunque así se identifiquen y lo proclamen, e infortunadamente las multitudes les siguen ciegamente. Algunos realizan ciertamente interesantes, portentos, que alucinan incluso, “hacen esas grandes señales y prodigios” que advirtió Jesús, al extremo que evidentemente logran “engañar” aun a muchos “escogidos”.
No debe intimidarnos saber que Satanás, por medio de su sistema de gobierno, está presente y activo en el mundo donde fuimos engendrados, y por el contrario, nos es un deber contrarrestar su organización conociéndola previamente, y ello incluye saber cómo actúa su maquinaria de maldad y sus intereses.
Precisamente recibimos dones espirituales de Dios, mediando el Espíritu Santo, para enfrentarnos a los estamentos de Satán (Efesios 6:12), mas no debemos ir contra la persona de Satán, porque eso le corresponde al Altísimo (Apocalipsis 20:9-10).

Algunos líderes “religiosos” entran en pánico cuando les llegan  postulados, que no están de acuerdo a su  pobres y algunas veces equivocadas traducciones e interpretaciones de la Biblia (La palabra de Dios ), lo común  es que sin hacer el respectivo análisis irse en contra  de los supuestos falsos maestros o profetas y atemorizando a sus ovejas, lo cual es un inconveniente que no se ajusta al plan de Dios. Pues se supone que  no tengan miedo o prevención aquellos quienes han recibido el llamado de Jesús para ser enviados, quienes han sido llevados  primero al discipulado con el fin de que el “Espíritu Santo” los instruyera debidamente, capacitándolos integralmente con el objetivo de que conocieran toda la verdad, y con esa información actuaran como corresponde, sin cobardía, escuchando a esos profetas y a esos maestros, y solamente así poder determinar si son  o no falsos. 
Los hay que para evitar que sus ovejas avancen utilizan medios persuasivos, en ocasiones coaccionándolos, impidiéndoles “avanzar a la perfección”, Jesús les podría decir hoy lo que les dijo  a los fariseos en aquella época. “Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.” Cuando en realidad lo que debemos hacer nos lo aclara la escritura: “Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, 2  de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.” (Hebreos 6:1-2)

El actuar como los avestruces cuando se sienten en peligro, no es de  un hijo de Dios. Señalar, juzgar, a alguien no es correcto. Es de valientes y de sabios escuchar los que otros predicen, profetizan, advierten o enseñan. Quien conoce a fondo su creencia no temerá (porque ha desarrollado su fe sobre la Roca), pero sí, tendrá la oportunidad de objetar con conocimiento de causa. Es fruto de la fe “examinarlo todo” para “retener lo bueno” (1Tesalonisenses 5:21), pero es imposible desechar lo malo si antes no conocemos los bueno, desde la perspectiva del Padre y de Jesucristo su Hijo.

EL LLAMADO




Este término es utilizado muy fútilmente, en la iglesia de hoy. Si reflexionamos un poco entenderíamos la importancia de lo que realmente significa ser llamado, convocado; como también, ¿por quién y para qué somos llamados?

En primer lugar somos llamados por Jesús, el Salvador, por eso está asociado con lo espiritual (todo lo referente al Altísimo y aceptable al Padre por medio de Jesús). El mismo aclaro que “muchos son llamados, más pocos escogidos” (Mateo 20 y 22). Pablo nos lo explica en su carta a los romanos: “Además, sabemos que si amamos a Dios y nos adaptamos a sus planes, todo cuanto nos sucede  ha de ser para el bien nuestro, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”

Ese “llamado” en particular debe estar estrechamente ligado a los propósitos que tiene Jesús, por eso Él es quien ha de constituir misioneros (apóstoles), profetas(los que advierten), publicadores o pregoneros (evangelistas), maestros y pastores; otros han de recibir dones asociados con lo espiritual. Teniendo en cuenta que Dios da dones solamente a los que Jesús llama para usarlos. Dios no llama a una persona para que haga algo para lo cual no está equipada. Es preciso entonces, saber cuáles dones o herramientas de trabajo existen.



Los discípulos son llamados a ser de Jesucristo y no de propiedad de los líderes.

Son llamados para ser santos y no marionetas  que aparentan  santidad (Rom.1: 6-7; 1Co.1:2).

Los discípulos han de ejercer la vocación que Jesús les delegue y no por inspiración o por profecía particular (Efesios 4:1)

Los discípulos son llamados para formar parte del “Cuerpo de Cristo” y no para ser siervos útiles a los intereses de las “Iglesias”

Son llamados para hacer lo bueno y por ello padecer y saber soportarlo, “esto ciertamente es aprobado delante de Dios pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas” (1 Pedro 2: 20-22; 2 Tes. 1:5).

Son llamados para heredar bendición y no reconocimientos humanos  (1 Pedro 3: 8-9)

Son llamados para ser hechos hijos de Dios y no creyentes del montón (1 Juan 3:1) 

Son llamados para asistir a la cena de las bodas del Cordero (mensaje directo de Dios) y no para figurar en una Iglesia (Apocalipsis 19:9)

Son llamados para recibir la promesa de la herencia eterna participando en la creación y no para heredar posiciones importantes en la congregación (Hebreos 9:15)

Estas personas que Jesús llama, empiezan su transformación y renovación interior en  una primera congregación que el Padre delegó a su hijo Jesús, es decir el “Redil” (lo que conocemos como  Iglesia), de ahí se convierten en discípulos una vez concientizados de su  necesaria capacitación para su salvación y ayudar a la salvación del mayor número de personas. Una vez listos, son llamados por Jesús a pertenecer a su organización,  el Cuerpo de Cristo, siendo dotados con los dones (herramientas) por parte del Espirítu el “ Cuerpo de Cristo”,  siendo dotados con los dones (herramientas) para servir a la causa de Jesús. De ese cuerpo El mismo Jesús escoge a quienes  van  a conformar otro colectivo o equipo llamado  “Tzion”, o “Esposa de Cristo”, que será visible después del arrebatamiento (1 Tesalonicenses 4:16-18)  y por último la  congregación del Cuerpo de Sacerdotes, unos para Dios y otros para Jesús, la cual se constituirá cuando venga el Rey de reyes y Señor de señores a instaurar el reinado milenial, en esta tierra. (Apocalipsis 1:6; 20:6)


¿Podemos entender ahora la trascendencia de ese LLAMADO?