Los que trabajan empeñosamente se enriquecen (Prov. 10:4)

La mayoría de las personas en el mundo desean la prosperidad, por otro lado algunas creen que poseer riqueza está mal y que la pobreza es señal de piedad. Esta creencia, prevalece especialmente entre las personas religiosas, pero es una mentira. Cuando hablamos de riqueza no nos referimos solo a las finanzas, la prosperidad es mucho más que eso. La prosperidad que perdura es consecuencia de hacer lo correcto con perseverancia y esfuerzo. Si nos esforzamos en producir y hacer el bien obtendremos muchos beneficios.Hay una recompensa esperando a los que hacen lo correcto y trabajan con empeño:La prosperidad.
Tenga cuidado y no se deje engañar, el sistema está establecido para preparar más consumidores y personas que exigen derechos, que personas productivas y que cumplen sus deberes.
Cuando vivimos el principio de prosperidad el universo se confabula con nosotros y nos lleva a que las cosas se den a nuestro favor y de esta manera se potencia lo que hemos hecho.Si asumimos una actitud productiva y correcta, ésta nos aportará recompensas y respeto, que mantienen y alimentan nuestro espíritu.
Si no nos esforzamos, no tenemos el empuje para ganar algo y desperdiciaremos nuestro paso por la vida sin trabajar realmente con ahínco, sin crear nada.Somos creadores de bienes, servicios y riqueza. Cuando trabajamos duro, con empeño, creamos algo y construimos. Esto es lo que realmente trae prosperidad.
La prosperidad se manifiesta en nuestras vidas cuando desarrollamos una voluntad que conduce hacia metas, aportando resultados, no palabras vacías; así influiremos sobre otros. El trabajo duro aporta utilidades, pero las solas palabras acarrean pobreza. Cuando trabajamos duro, con empeño, y seguimos Principios Absolutos, recibimos recompensas y éxito prolongado. De tal manera que determinamos nuestro propio futuro. De hecho, nosotros lo construimos, si estamos bien estructurados; si seguimos los principios universales los cuales están diseñados para darnos la prosperidad, porque donde quiera que se practiquen habrá mucha prosperidad.
El trabajo duro, la creatividad, la paciencia y la esperanza, son virtudes que contribuyen a la prosperidad. La mayoría de las personas desean la prosperidad, sin embargo no están dispuestas a pagar el precio para conseguirla de la forma correcta. También la obediencia y la práctica de los principios universales, mediante disciplina y perseverancia nos recompensan el esfuerzo y al final saldremos ganadores y su tiempo, llegaremos a la cima.
Pasos a seguir
1. Desee la prosperidad y búsquela en forma adecuada. Como todo en la vida, la prosperidad parte de que usted la desee y haga lo correcto para encontrarla.
2. Siga las instrucciones que nos dan los principios para salir de la pobreza: “Trabajar con ahínco y no dar lugar a la pereza ni a la mezquindad.”
3. Busque siempre la manera correcta de hacer que los principios funcionen, esto pone el universo a su favor, así se enfocará en el blanco y podrá actuar, haciendo las cosas con sentido.
4. Sea agradecido y ayude a otros, sume y multiplique ideas, talentos y esfuerzos. Así puede salir de la pobreza y mostrarles a otros cómo salir.
Pensamiento para reflexionar
“La diferencia entre el rico y el pobre consiste en cómo manejan sus vidas”






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