CORAJE














Coraje es tomar el riesgo y avanzar hacia una meta de valor, es ir más allá del entusiasmo y de las buenas intenciones. Pasar del deseo a la acción, es quizás la parte más complicada para un líder. Muchas personas con visión  se quedan, se paralizan en el camino y terminan sin el entusiasmo inicial. Las mejores ideas y las más nobles intenciones se pueden perder si no se realizan y para ello se requiere de coraje.

El coraje les permite a las personas transformar sus visiones en acciones concretas. De hecho, la única manera de comprobar en que creemos es por lo que hacemos. Para conocer a alguien  en su esencia, no basta con leer lo que escribe ni escuchar lo que piensa, hay que observar lo que hace. Definitivamente, nuestra vida se limita o se proyecta de acuerdo con lo que hacemos o lo que no hacemos.

Tener coraje exige mucho de nosotros. No sólo se trata de tener una visión sino también  desarrollar los elementos para hacerla realidad. Coraje es la valentía de hacer lo que otros no han hecho y de llegar a donde otros no han llegado. El coraje es arriesgarse y explorar lo desconocido, factor  esencial para el progreso. El coraje es contagioso porque nos involucra y hace que otros se apasionen. Es la visión en acción y lo que nos hace abandonar la zona cómoda de nuestras vidas.

María de 10 años, la hija menor de los Martínez, nació sin un musculo en el pie, razón por la cual debe usar un aparto. Un día llegó del colegio y les contó a sus padres que había estado compitiendo en las carreras atléticas. Los padres pensaron inmediatamente en que tenían que darle mucho valor a su hija y animarla. Sin embargo, antes de que pudiera decir algo, María les conto: “Papi, mami, gané dos de las carreras” ellos se quedaron sorprendidos y luego la niña añadió “Claro que tuve ventaja”. Los dos se miraron y pensaron que habían dejado salir a la niña antes para darle una ventaja. Pero antes de que sus papás pudieran decir una palabra, María dijo: “No crean que me dejaron correr primero que los demás. Mi ventaja fue tener que trotar más fuerte que los demás”.

La persona de Coraje hace compromisos y  los cumple, desarrolla la capacidad de asumir riesgos y trabaja constantemente para hacer realidad las convicciones en las que cree.

Pasos a seguir
1. Intente hacer algo que usted cree que no puede hacer solo.
2. Busque a quién rendir cuentas acerca de compromisos y decisiones que ha adquirido. Es la mejor manera de tener un control externo que verifica el cumplimiento de sus compromisos.
3. Convierta el coraje en un hábito.
4. Entreviste a una persona de coraje. Trate de descubrir por qué tiene coraje.
5. Domine el miedo y el temor.
6. Antes que nadie, exíjase a sí mismo. Acostúmbrese a ser una persona decidida y que asume responsabilidades.


Pensamiento para reflexionar
“Las palabras que no van seguidas de hechos, no valen nada”

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