EL CONFLICTO



Sigue adelante en los preparativos para el conflicto; Pero la victoria procede de Dios. Prov. 21:31

Los conflictos provienen especialmente de la diferencia de opiniones. Existen personas que piensan que la vida no debería tener conflictos, pero detrás de cada hombre o mujer hay una historia de conflictos.

Los conflictos son batallas de ideas. Es posible que haya  conflicto,  cuando alguien concibe una idea nueva y la presenta a otros, la gente como no la entiende en un principio, la rechaza. Más tarde al discutir la idea, explicarla de varias maneras y proponernos allanar el camino, está se puede volver muy popular. Crear un ambiente que apoye nuestra idea y que sirva para que otros la comprendan, es una forma de pensar en los demás y por ende en el éxito de esta.

Los seres humanos por ser imagen y semejanza de Dios tienen la capacidad de crear. Se crea  a través de ideas.  Debido a que una idea estimula a otra y luego otra, se producen muchas opiniones. Debido a que la mayor parte de nuestra vida gira alrededor de aprender a actuar según esas ideas,  se puede causar conflictos. Pero mediante estos, crecemos y logramos tener una perspectiva distinta de las dificultades si los manejamos, ya que descubrimos nuestras fortalezas y debilidades.

Debemos aceptar siempre los conflictos como algo natural de nuestra existencia, ya que la mayoría de las nuevas ideas son rechazadas porque entran en conflicto con lo tradicional, para no entrar en guerra y  evitamos las peleas; hay que manejarlos y para esto es necesario razonar, escoger, superar y resolver.
Al manejar los conflictos se da lugar a la libertad de expresión, asunto crítico en  el hogar, en el sitio de trabajo y en la sociedad en general. A la gente se le debe permitir expresar sus puntos de vista, abriendo el espacio a la discusión e intercambio de ideas; sin permitir que la situación  se salga de control, dando tiempo de maduración a las ideas para que el conflicto no se vuelva una pelea que termine separando a las personas, en vez de la construcción de nuevas y mejores ideas.

Tengamos en cuenta que al perder también hay aprendizaje. Porque al perder es posible percatarse cuales fueron  los elementos que le hicieron falta para alcanzar el logro. Así es como aprendemos. Ya que el entender es el resultado tanto de los éxitos como de los fracasos. Lo cual nos debe hacer olvidar del orgullo porque el que se enorgullece pronto será humillado.

Pasos a seguir

1. Mire la victoria o la derrota como progreso  y no como razón para valorarse o disgustarse con su vida, o con otros.
2. No vanagloriarse por las victorias. Asuma mejor una posición discreta cuando pierde o gana. Sea igual de responsable en ambos casos, pero sea especialmente humilde cuando gana. Si al ganar una discusión pierde un amigo, ha ido muy lejos.
3. Prepárese para los conflictos, sabiendo que puede involucrarse en uno en cualquier momento. No pierda de vista esta realidad: siempre hay que prepararse para la vida.

Pensamiento para reflexionar
“Las victorias tienen muchos padres y las derrotas parecen huérfanas.”

MORALIDAD


La influencia activa de los buenos ciudadanos hace prosperar la sociedad; la decadencia moral de los malvados la conduce cuesta abajo  (Prov. 11:11)





Cada especie fue creada con comportamientos fijos para su cabal funcionamiento. En el caso de los animales, éstos poseen un marco de acción definido que es suficiente para encarar las situaciones para su supervivencia. Este marco es el instinto. A diferencia de  los animales, el ser humano posee el don de razonar. Esta capacidad le permite conocer, entender y seguir valores que determinan las consecuencias de sus acciones. No es para inventar y  agregar razones para justificar nuestras acciones.

La moralidad es clave para el éxito de una sociedad. Sin patrones de moralidad que regulen el comportamiento, el autocontrol individual no existiría. En una palabra, sin los estándares morales la sociedad no podría funcionar apropiadamente.

El ser humano dispone de dos códigos para regirse en la vida: el primero es la conciencia, es decir, el sentido de lo que es correcto y de lo que es incorrecto; el segundo lo constituyen  los principios universales (Normas, reglas, mandamientos).


Actuamos por convicción dentro del patrón diseñado. Este patrón son los Principios Universales, estos constituyen nuestro código de una conducta apropiada. Nuestra vida funciona correctamente cuando   vivimos  y nos comportamos dentro de unas  pautas claras. Si por el contrario, nos llenamos de deseos egoístas y justificaciones humanas, tomaremos decisiones inmorales y por ende incorrectas. Mediante el principio de la moralidad auto regulamos  la mente canalizando la creatividad y la imaginación. Todo lo creado tiene un sistema que lo auto regula, de lo contrario se autodestruye.

Cuando la mente no posee lineamientos puede llevarnos a situaciones por fuera de lo  moral y además, autodestruimos. El conocer y guiar nuestro comportamiento por los Principios Universales (Ej. mandamientos)  nos lleva solo a hacer lo correcto y nos mete en la autopista de los logros, la integridad, la satisfacción y la paz.

Si manejamos nuestra moral al unísono de los principios universales nos convertimos en personas transparentes y no tienen problemas para mirar a las personas a los ojos. Nuestra conciencia siempre está tranquila,  debido a que los principios universales nos enseñan cómo debemos construir buenas relaciones con los demás, como  crear y sostener una sociedad moral.


Comprender y vivir de acuerdo a los principios no es asunto de una religión o una ideología, sencillamente se trata de construir una vida y comunidad sana. Los primeros beneficiados somos nosotros mismos.


Pasos a seguir
1.           Alimente su mente con principios universales. Aprovechando que el ser humano es libre en sus pensamientos, es propicio alimentar su conciencia éstos. De otra forma, sus comportamientos son dominados por impulsos, deseos y las justificaciones humanas.
2.           Evite distorsionar los valores. Con la conciencia apoyada en justificaciones humanas puede llegar a invertir los valores y considerar que lo malo es bueno y lo bueno es malo.
3.           Acepte y sea sincero. Exponga sus situaciones frente a los principios y valores; si pasa la prueba, son morales: recuerde que la repetición de acciones correctas genera una sensibilidad a los actos morales. Por el contrario, la constante práctica de acciones incorrectas endurece el corazón y van alejando de lo moral, de las personas y de nuestros propósitos correctos.
4.           Siga una moralidad que tenga que ver con justicia para las partes involucradas. El precepto más claro para ser justo es: “no hagas a otros lo que no quieres que hagan contigo”. No es una sugerencia, es un deber.
5.           Diferencie entre lo acostumbrado, lo legal y lo moral. Algunas personas creen que cualquier cosa, por ser legal, es moral. Las leyes deben estar subordinadas a los principios universales. El aborto, el homosexualismo y la dosis personal en el consumo de narcóticos pueden ser legales, pero no es moral.
6.           Desarrolle su sentido común. La mayoría de los valores morales son asuntos de sentido común. Se trata de aplicar lo obvio. Use la razón para encontrar “el por qué” necesita los principios universales. No para justificarse. Enséñele a otros, en especial a los niños a usar el sentido común.

Pensamiento para reflexionar
“Cuando la fortuna se pierde, nada se pierde. Cuando la salud se pierde, algo se pierde.
Cuando la moral se pierde, todo se pierde”.

CORAJE














Coraje es tomar el riesgo y avanzar hacia una meta de valor, es ir más allá del entusiasmo y de las buenas intenciones. Pasar del deseo a la acción, es quizás la parte más complicada para un líder. Muchas personas con visión  se quedan, se paralizan en el camino y terminan sin el entusiasmo inicial. Las mejores ideas y las más nobles intenciones se pueden perder si no se realizan y para ello se requiere de coraje.

El coraje les permite a las personas transformar sus visiones en acciones concretas. De hecho, la única manera de comprobar en que creemos es por lo que hacemos. Para conocer a alguien  en su esencia, no basta con leer lo que escribe ni escuchar lo que piensa, hay que observar lo que hace. Definitivamente, nuestra vida se limita o se proyecta de acuerdo con lo que hacemos o lo que no hacemos.

Tener coraje exige mucho de nosotros. No sólo se trata de tener una visión sino también  desarrollar los elementos para hacerla realidad. Coraje es la valentía de hacer lo que otros no han hecho y de llegar a donde otros no han llegado. El coraje es arriesgarse y explorar lo desconocido, factor  esencial para el progreso. El coraje es contagioso porque nos involucra y hace que otros se apasionen. Es la visión en acción y lo que nos hace abandonar la zona cómoda de nuestras vidas.

María de 10 años, la hija menor de los Martínez, nació sin un musculo en el pie, razón por la cual debe usar un aparto. Un día llegó del colegio y les contó a sus padres que había estado compitiendo en las carreras atléticas. Los padres pensaron inmediatamente en que tenían que darle mucho valor a su hija y animarla. Sin embargo, antes de que pudiera decir algo, María les conto: “Papi, mami, gané dos de las carreras” ellos se quedaron sorprendidos y luego la niña añadió “Claro que tuve ventaja”. Los dos se miraron y pensaron que habían dejado salir a la niña antes para darle una ventaja. Pero antes de que sus papás pudieran decir una palabra, María dijo: “No crean que me dejaron correr primero que los demás. Mi ventaja fue tener que trotar más fuerte que los demás”.

La persona de Coraje hace compromisos y  los cumple, desarrolla la capacidad de asumir riesgos y trabaja constantemente para hacer realidad las convicciones en las que cree.

Pasos a seguir
1. Intente hacer algo que usted cree que no puede hacer solo.
2. Busque a quién rendir cuentas acerca de compromisos y decisiones que ha adquirido. Es la mejor manera de tener un control externo que verifica el cumplimiento de sus compromisos.
3. Convierta el coraje en un hábito.
4. Entreviste a una persona de coraje. Trate de descubrir por qué tiene coraje.
5. Domine el miedo y el temor.
6. Antes que nadie, exíjase a sí mismo. Acostúmbrese a ser una persona decidida y que asume responsabilidades.


Pensamiento para reflexionar
“Las palabras que no van seguidas de hechos, no valen nada”

PROSPERIDAD


Los que trabajan empeñosamente se enriquecen (Prov. 10:4)


 La mayoría de las personas en el mundo desean la prosperidad, por otro lado algunas creen que poseer riqueza está mal y que la pobreza es señal de piedad. Esta creencia, prevalece especialmente entre las personas religiosas, pero es una mentira. Cuando hablamos de riqueza no nos referimos solo a las finanzas, la prosperidad es mucho más que eso.  La prosperidad que perdura es consecuencia de hacer lo correcto con perseverancia y esfuerzo. Si nos esforzamos en producir y hacer el bien obtendremos muchos beneficios.Hay una recompensa esperando a los que hacen lo correcto y trabajan con empeño:La prosperidad.

Tenga cuidado y no se deje engañar, el sistema  está establecido  para preparar más consumidores y personas que exigen derechos, que personas productivas y que cumplen sus deberes.
 
Cuando vivimos el principio de prosperidad el universo se confabula con nosotros  y nos lleva a que las cosas se den a nuestro favor y de esta manera se potencia lo que hemos hecho.Si asumimos una actitud productiva y correcta, ésta nos aportará recompensas y respeto, que mantienen y alimentan nuestro espíritu.

Si no nos esforzamos, no tenemos el empuje para ganar algo y desperdiciaremos nuestro paso por la vida sin trabajar realmente con ahínco, sin crear nada.Somos creadores de bienes, servicios y riqueza. Cuando trabajamos duro, con empeño, creamos algo y construimos. Esto es lo que realmente trae prosperidad.

La prosperidad se manifiesta en nuestras vidas cuando desarrollamos una voluntad que conduce hacia metas, aportando resultados, no palabras vacías;  así influiremos sobre otros. El trabajo duro aporta utilidades, pero las solas palabras acarrean pobreza. Cuando trabajamos duro, con empeño, y seguimos Principios Absolutos, recibimos recompensas y éxito prolongado. De tal manera que determinamos nuestro propio futuro. De hecho, nosotros lo construimos, si estamos bien estructurados; si seguimos los principios universales los cuales están diseñados para darnos la prosperidad, porque donde quiera que se practiquen habrá mucha prosperidad.

El trabajo duro, la creatividad, la paciencia y  la esperanza, son virtudes que contribuyen a la prosperidad. La mayoría de las personas desean la prosperidad, sin embargo no están dispuestas a pagar el precio para conseguirla de la forma correcta. También  la obediencia y la práctica de los principios universales,  mediante  disciplina y perseverancia nos recompensan el esfuerzo y al final saldremos ganadores  y su tiempo, llegaremos a la cima.

Pasos a seguir

1.            Desee la prosperidad y búsquela en forma adecuada. Como todo en la vida, la prosperidad parte de que usted la desee y haga lo correcto para encontrarla.
2.            Siga las instrucciones que nos dan los principios para salir de la pobreza: “Trabajar con ahínco y no dar lugar a la pereza ni a la mezquindad.”
3.      Busque siempre la manera correcta de hacer que los principios  funcionen,  esto pone el universo a su favor, así se enfocará  en el blanco y podrá actuar, haciendo las cosas con sentido.
4.        Sea agradecido y ayude a otros,  sume y multiplique ideas, talentos y esfuerzos. Así puede salir de la pobreza y mostrarles a otros cómo salir.

Pensamiento para reflexionar
“La diferencia entre el rico y el pobre consiste en cómo manejan sus vidas”